martes, 2 de marzo de 2010

Si si, soy yo...

En mi trabajo, todos tomamos mate. Absolutamente todos. Todos los empleados de esta oficina, en algún momento del día, preparan su mate. Para colmo, como la disposición de los escritorios no permite hacer una mateada grupal, cada uno tiene su juego de mate en el escritorio.

Hay en la cocina un aproximado de ocho mates. Cuando comencé a trabajar me di cuenta que todos los mates salvo uno, el de mi tía (si si, soy yo la que trabaja en una empresa familiar), pertenecían todos a un mismo "juego" o "línea" de mates. Luego me enteré que todo comenzó algún tiempo atrás en la Isla del Sol cuando una compañera le había hecho un mate personalizado a uno de los empleados (del cual todos creemos y prácticamente sabemos, que está enamorada) con una leyenda alusiva a su persona. Para "evitar sospechas", le hizo otro mate presonalizado al hermano del susodicho. Y eventualmente, para "no quedar mal" todos los empleados y jefes tuvieron su mate personalizado. Cuando yo llegué, mi mamá se había ido del trabajo así que ocupé su lugar... Del mate, claro.

El tema es que hay ocho mates, ocho termos pero siete bombillas. Todos saben qué bombilla corresponde a cada mate... Si si, soy yo la que no sabe. Debo reconocer que cuando voy a prepararme el mate, cierro los ojos y agarro al tuntún una bombilla y me la llevo. En realidad no suele haber mucho problema, siempre y cuando no agarre la de mi tía, como me pasó hoy.

Vino Claudia, y antes de que sin ningún tipo de decoro quitara la bombilla de mi mate, yo ya sabía (aunque por mera intuición) y le dije "Si si, soy yo la que tiene la bombilla de mi tía". Y Claudia sin piedad arrancó la bombilla con una sonrisa: "¿Ves? Esta que tiene la punta redonda, es de tu tía". Y se la llevó.

Y ahora, tengo un mate siy bombilla, viejo de cebadas y que dice "Para la preferida del medio". ¿La del medio de qué? Si si, soy yo la que debería fijarse antes de agarrar la bombilla equivocada... ¡Pero mirá qué leche! ¡De las siete bombillas, justo agarrar la de mi tía!

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