lunes, 15 de marzo de 2010

Paciencia

Hace como dos semanas, aunque quizás esté exagerando, que dije que iba a hacer una especie de... Proyecto familiar... Bueno, ya viene, ya viene, paciencia. No es por pancha sino todo lo contrario, hay otras tareas que debo realizar:

* Esta semana, antes del viernes, tenemos que armar al menos dos ejemplares del libro que estamos creando con mi hermana por propiedad transitiva.

* Tengo que editar dos videos de fotos para el cumpleaños de mi tía y un video más de índole "cómica" que incluiría videos de actores de hollywood siendo entrevistados, dándose el carácter cómico mediante el falso subtitulado de la entrevista... (De más está aclarar tengo un nivel bastante básico del Corel Video Studio... Único programa de edición de video que logré que funcionara bien en mi máquina).

*Además, hay dos temas referentes a mi casa que tengo que resolver en breves para poder vivir plenamente y terminar con el fantasma de la mudanza interminable: comprar un tendedero para la ropa y, de una vez por todas, poner las cortinas para poder andar en bombacha por mi casa sin que el tipo que está en las oficinas de en frente se me quede mirando con cara de psicótico.

De todas maneras, además de todo lo que TENGO que hacer (y con esto que no se malentienda, son cosas que también QUIERO hacer), a las maravillosas clases de inglés que estoy tomando una vez por semana, se suma hoy una actividad que tanto pero tanto placer me causa: las clases de teatro. Se me dibuja la sonrisa de sólo decirlo.

El viernes vinieron los amigos a la casa a disfrutar de unos ricos fernecitos y, entre mis amigos, estaba mi profesor de teatro. Charlando sobre este año en el taller me empezó a contar cosas que me generaban un miedo terrible al mismo tiempo que un entusiasmo descomunal... Y eso es una de las cosas que más me gustan del teatro: esa adrenalina de la dicotomía entre esconderte en un rincón y hablar bien bajito o salir al escenario y llevarte por delante a quien se te cruce.

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