lunes, 14 de noviembre de 2011

Comentarios que me hubiese gustado hacer en la infancia

(Si tuviera la mente de hoy)

Al año:
"¿Cuántos añitos tenés?"
Por si no te diste cuenta, todavía no sé hablar muy bien. Así que te levanto este dedo, en lugar del que tendría que estar levantando.

Dos años:
"¿Quién es la nena más linda?"
Eh... No sé, pero si la respuesta no soy yo, sos pésima en este juego.

Tres años:
"¿Te gustó tu primer día en el jardín?"
Creo que sí, aunque tengo la sensación que este es el comienzo de una historia bastante larga.

Cuatro años:
"No te tienen que dar miedo los fuegos artificiales. ¡Mirá que lindas luces!"
Si, bueno, dámelas en mute.

Cinco años:
"Mamá y papá no se están llevando muy bien, así que nos vamos a separar. Pero nos seguimos queriendo"
Ah... O sea que de hermanito ni charlamos.
(Nota - Uno de los verdaderos comentarios que hice fue: "¿Y cuándo se van a volver a casar? Digo, con otras personas".)

Seis años:
"Vamos a jugar a un juego: vos buceás y sacás las hojas secas del fondo de la pileta."
Es decir, vamos a jugar al juego de que yo hago todo el trabajo así vos no te mojás el pelo.

Siete años:
"J*****, ¿vos estás hablando? Afuera del aula".
Maestra, ¿vos estabas prestando atención de verdad? Porque yo no estaba hablando... Pero bueno, salgo del aula, total estoy aburrida.

Ocho años:
"¿Vos querés que yo me enoje?"
Como querer no quiero, pero si es la única salida posible...

Nueve años:
"¡No podés estar siempre aburrida! ¡Mirá todas las barbies que tenés!"
Si, pero las barbies no hablan, me hubieses dado un hermanito.

Diez años:
"¿Y de qué te gustaría actuar?"
Yo diría de dama antigua, pero visto y considerando que soy una de las más altas del curso, pasame la galera.

Once años:
"Hoy vamos a confesarnos, contándole al padre nuestros pecados para estar preparadas para la primera comunión".
No sé qué le puede llegar a interesar al padre que me peleé con mi mamá porque dejé desordenado el living... Pero bueno, hagamos como que tengo muchos pecados a los once años que me atormentan.

Doce años:
"Pero J*****, ¿no querés ir a ver a los chicos lindos que están acá en el complejo?"
No, L****, tenemos doce años: quiero ver Abracadabra y pintarme las uñas de blanco con puntitos de colores.

viernes, 28 de octubre de 2011

El comentario pelotudo.

La gente tiende a hacer comentarios pelotudos. Bueno, "la gente", no metamos a todos en la misma bolsa: mucha gente tiende a hacer comentarios pelotudos. ¿Por qué? No lo sabré jamás... Los hay de todos los tamaños, colores, gustos y categorías.

Algunos se han convertido en pelotudeces clásicas, como es el caso del harto estúpido y conocido (y supuestamente justificativo) "Yo no tengo nada contra los gays, mirá que tengo un amigo que es gay" (puede suplantarse el término "gay" con cualquier otro que se halle, al menos en una vez, en medio de una discusión sobre discriminación). Existen también los comentarios que desarrollan su cualidad de pelotudos a través del hecho de que constituyen una mentira evidente. Tal es el caso de la vendedora de un local de ropa, que te abre la cortina del probador y te grita "¡Ay, te queda diviiiiiiiiiino!", mientras que nuestra cara de culo frente al espejo y una pequeña multitud de compradoras pululantes y chusmas con expresión horrorizada demuestran lo contrario.

Pero los que más me fastidian son los comentarios innecesarios, aquellos que no aportan nada al tema de conversación. Peor aún: se presentan como una acotación apenas relacionada con el tema discutido pero, si los analizamos con un poco de cuidado, pueden llegar a generar una reacción que contemple una cachetada al interlocutor.

Si no me equivoco, fue cerca del martes veinte de Septiembre que estaba yo, tranquila, almorzando en la cocina de mi trabajo, cuando pasó mi jefa a arreglar su mate. Quiero aclarar que si recuerdo la fecha, no es porque haya desarrollado una fijación acerca de este episodio, sino que la conversación giró en torno a un evento del fin de semana anterior con fecha y hora: un cumpleaños de quince al que ambas habíamos asistido.

Luego de una breve conversación cordial aunque poco interesante y entusiasta sobre la comida, música, souvenirs y otros detalles de la fiesta, mi jefa me dice: "¡Ay, encima -la quinceañera- estaba divina! Preciosa con ese vestido... Es que es tan linda" y no contenta con mi honesta concordancia con este punto agrega: "Y yo le dije a -madre de la quinceañera- que estaban todos muy bien vestidos. Que que suerte ¿no? Estaban todos bien arreglados, porque viste que en una fiesta...".

Me limité a mirarla, asentí levemente, y seguí comiendo muy concentrada en el plato que tenía adelante. Por un segundo fantaseé en darle a entender lo inútil y vacío de su comentario, pero decidí que iba a llevar a una discusión interminable de puntos de vista opuestos, por lo que desistí de tal objetivo.

Pero no fue hasta que se retiró con su mate listo para arrancar una nueva ronda, cuando me di cuenta de la real y horrible pelotudez que había dicho. ¿Qué fue lo que quiso decir? ¿Que una persona "mal vestida" en una fiesta de largo te opaca el momento feliz que es en teoría ese festejo? Y, si queremos ser malos, ¿qué entiende por "muy bien vestidos"? En mi mesa había una chica vestida con un vestido mini completamente cubierto de lentejuelas plateadas y creo que la única razón que le evitaba ser la personificación de una bola disco era el hecho de que tenía un cuerpo infartante. Pero... ¿quién me autoriza a decir si es correcto o no para el evento? ¿Con qué vara midió para hacer esa aclaración? ¿Con qué vara mide entonces todo lo que la rodea?

Bien podría haber dicho: "Que bueno que todos la pasaron bien" o "Que bueno que la comida estuvo genial" o incluso, aunque un poco bizarro, "qué bueno que no se prendió fuego ningún centro de mesa"... Pero no, eligió decir "Que bueno que estaban todos bien arreglados"...

No sé ni cómo terminar esto... Que se yo... Comentarios estúpidos parece que sí, que hay de todos los tamaños, colores, gustos y categorías. Pero hacía rato que no escuchaba un comentario tan pelotudo dicho con tanta naturalidad.

jueves, 28 de julio de 2011

El Facebook es una HERRAMIENTA, no una conspiración contra el ser humano.

Hay dos tipos de personas que me enervan (y perdón si hiero susceptibilidades): los que piensan que el Facebook es lo más y creen que cambió sus vidas y postean cuanto estado de ánimo tienen y TODO lo viven a través de Facebook; y los que creen que el Facebook está destinado a robarnos información para cagarnos la vida.

Hoy un tipo (al que no conozco, estas son las cosas que hace el Facebook en la vida de una) escribió en el muro de un contacto mío que "es un papelón y una falta de respeto para con los usuarios" respecto del hecho de que Facebook publica los teléfonos en el perfil.

Punto número uno: si tu teléfono figura en tu perfil es porque vos lo pusiste ahí. Ahora, si no leíste lo que pasa con lo que publicás en tu perfil, es tu problema.

Punto número dos: si por alguna puta casualidad se te publicó sólo porque, digamos, empezaste a usar la página desde un celular (cosa que no pasa, porque yo lo uso desde el celular y nunca se me cargó nada) hablamos de otra cosa. Ahora, si después de haberte conectado desde tu celular no chequeaste algo que parece casi probable a suceder, es tu problema.

Punto número tres: el Facebook ofrece una valiosa configuración de privacidad para que puedas decidir quién ve tu información. Es más podés incluso "hacerte invisible" para que nadie pueda siquiera enviarte una solicitud de amistad. Ahora, si te dio paja poner a configurar tu privacidad de cuenta, es tu problema.

Punto número cuatro: el Facebook cambia constantemente y a veces se hace difícil seguirle el ritmo. De todas maneras, siempre que se genera un cambio importante (y a veces ni tan importante) cuando entrás al inicio, antes de ver las publicaciones , te aparece una página con la explicación del cambio o, en su defecto, un cartel en el inicio antes de las publicaciones. Ahora, si elegiste no leerlo porque las publicaciones en muro de tus amigos son mucho más urgentes, es tu problema.

Punto número cinco: Quizás no sabías que todas estas cosas estaban en el Facebook porque te abriste la página porque te dijo un compañero de trabajo que si lo hacías te mostraba las fotos de su moto restaurada y no te detuviste a investigar (un poco nomás) en donde te estabas metiendo. Ahora... Esto es un problema más grande... Digamos que es nuestro problema.

Desde que salió Internet vienen hinchando las pelotas con el tema de la privacidad, la realidad es que es verdad, es complicado y peligroso. Principalmente porque Internet permite conectarse con otras computadoras y, hacker de por medio, bastantes estragos pueden hacerse. La responsabilidad está en cada uno en decidir qué información poner. Si posteás en tu facebook (y no configurás tu cuenta correctamente) un video de recorrido interno de tu casa, para mostrarle a tu prima en Rusia que lindo que decoraste tu departamento, le estás abriendo la puerta a mucha gente que puede ver el video diez, quince o veinte veces y aprender como recorrerla en la oscuridad. Si ponés la información de dónde estudiás, trabajás, comés, vivís y no verificás que quien vea esta información sea alguien conocido, estás dando tus posibles paraderos de un día normal. Ni hablar de los "estados" en el muro del estilo: "Yendo a lo de mi prima" o "En Frawen's con las chicas". Ojo, yo quizás peque de imprudente en e Facebook, pero no tiro la piedra y escondo la mano.

Estoy harta de la gente que dice que Facebook es el medio del secuestro infantil. Es verdad, facilita un poco el asunto si el blanco es imprudente, pero es tan útil para tal como los registros de teléfono, seguimiento o incluso hacer contacto cara a cara en algún lugar. El problema es que la mitad de los padres no tienen ni idea de qué ponen sus hijos y probablemente tampoco manejen muy bien internet, por lo que... Bueno, entramos ya a un asunto más complicado relacionado con la accesibilidad de internet en la actualidad... Y no tengo ganas de escribir tanto.

Así que, para resumir, a vos que decís que el Facebook es un desastre cómo maneja la información, pero sin embargo tenés una página y no verificás la privacidad, a vos que te quejás de que se vea tu información en Facebook pero te encanta mirar todas las fotos de la prima del vecino de tu amiga en bikini, a vos que en este momento debés pensar que soy una fanática de Facebook porque no entendiste nada, a vos te digo: el Facebook es una herramienta, no tiene la capacidad de sacar de tu computadora una foto tuya vestido de gitana borracho y subirla (a lo sumo alguien te quiere cagar la vida, pero no el facebook), no tiene la capacidad de decidir si es más seguro para vos o no publicar tu teléfono y, por último te digo a vos, paranoico, que si alguien realmente quiere tu información va a conseguirla, CON o SIN Facebook.

jueves, 21 de julio de 2011

Vecinos pseudo-invasores

Taquito
2010 - hasta la fecha
Edad aproximada: 23 años
Residencia: Edificio.
Ubicación: Norte (departamento exacto al mío por encima)
Encuentros tête à tête: Tres (en ascensor)
Personalidad: ruidosa/cantante/noctámbula
Vestimenta destacada: minifalda a la cintura negra con suecos de cuero y madera. Piercing en la pera.
Mascotas: ninguna conocida, aunque se sospecha de gato, por ciertos ruidos de arrastre y jugueteo con objetos pequeños en el piso.
Hijos: ninguno conocido.
Padres: madre conocida, amable.
Momentos memorables:
*El día en que, mientras estudiaba para un parcial, me la fumé cantar cuatro veces "En el muelle de San Blas" y otras tonadas románticas/latinas, acompañada por una guitarra.
*Reiteradas dos de la mañana de jueves en que se pasea por su habitación (sobre la mía) con tacos, preparándose para salir (aclaración: curso los viernes a las ocho de la mañana).
*El día que descubrí quien era taquito, al escuchar sus zapatos entrando por el palier. Ese sonido es inconfundible.
Conclusión: A pesar de los ruidos, le tengo cierta simpatía.

Lacotorra
2011 - hasta la fecha
Edad aproximada: 23 años
Residencia: Edificio.
Ubicación: Este (living contiguo con el mío)
Encuentros tête à tête: uno, en el que le dije que la puerta del ascensor quedaba abierta si se la acompañaba al cerrarla, así que que no se preocupara, que la dejara cerrarse nomás. Me contestó que ni siquiera se había mudado todavía y me miró mal. Yo se lo dije con buena intención. Todavía dudo de quién tiene razón.
Personalidad: ruidosa (aunque hace poco que está, quedan muchos rasgos por descubrir).
Vestimenta destacada: ninguna conocida.
Mascotas: ninguna conocida.
Hijos: ninguno conocido.
Padres: ninguno conocido.
Momentos memorables:
*Ayer, que se juntó para festejar el día del amigo con sus amigas/cotorras, cuyas conversaciones resonaron por el pasillo amplificadas cual a través de megáfono.
Conclusión: No realizada. Dejaremos pasar el tiempo.

Laviejadeabajo
2010 - hasta la fecha
Edad aproximada: 60 años
Residencia: Edificio.
Ubicación: Sur (departamento exacto al mío por debajo)
Encuentros tête à tête: dos o tres, en el ascensor. Me trata como si nada me importara porque seguro que estoy alquilando (soy propietaria).
Personalidad: estricta/irritable
Vestimenta destacada: ninguna conocida.
Mascotas: ninguna conocida.
Hijos: ninguno conocido.
Padres: ninguno conocido.
Momentos memorables:
*El día en que me dejó una nota diciéndome que "No camine con tacos" (no uso) "en las horas de descanso" (en las que duermo). Respondí con una nota mucho más amable que la de ella dejando en claro que no me hinche las pelotas porque yo no era.
*El día en que me dijo enojadísima en el palier: "Vos sabés de quién es esa bicicleta?" "No" "Y vos dónde dejás tu bicicleta". "No tengo" "Ah... Esto es un desastre". ¿?
*El día en que, sin querer, se nos cayó un vaso de agua en el balcón, derramando agua por su balcón y salió al grito de "No está permitido baldear en este edificio!" (Eran las diez de la noche).
Conclusión: Intentar cruzármela lo menos posible y tratar de no darle razones para que me mande otra nota.

Losdelinterior
2011 - hasta la fecha
Edad aproximada: 24 años
Residencia: Edificio.
Ubicación: Oeste (living suyo contiguo a mi dormitorio)
Encuentros tête à tête: reiterados en el ascensor, pero nunca los reconozco.
Personalidad: a definir, pero de seguro no me quieren.
Vestimenta destacada: regular.
Mascotas: ninguna conocida.
Hijos: ninguno conocido.
Padres: ambos. Vineron dos veces, ambas cargados con tuppers con comida.
Momentos memorables:
*El día en que olvidaron prendido el reloj despertador en una de sus ausencias, dejándolo sonar desde las tres de la mañana hasta las cuatro treinta aprox. Les dejé una nota pidiéndoles que por favor recordaran apagarlo la próxima vez que se ausentaran por la noche.
*El primer día que cocinaron un bife y nunca más volvieron a dejar ese hábito.
*Ayer, en que festejaron el día del amigo entonando una vuvuzella o corneta similar.
Conclusión: Les caigo pésimo y sus amigos me conocen como, quote, "Ah, vos sos la del despertador". Los quiero ver a ellos si me dejo el despertador prendido cuando ellos están durmiendo.

Losdealado
2007 - 2010
Edad aproximada: 25 años
Residencia: PH.
Ubicación: PH contiguo al mío (medianera entre patios)
Encuentros tête à tête: ninguno conocido.
Personalidad: ruidosa/irritable
Vestimenta destacada: ninguna conocida.
Mascotas: Ave de algún tipo (aunque dudo que fuera de ellos)
Hijos: ninguno conocido.
Padres: ninguno conocido.
Momentos memorables:
*El día en que, a las dos de la mañana de un miércoles se pusieron a escuchar AC/DC (o similar).
*El viernes a las cinco de la tarde en que nos pidieron que bajáramos la música tipo brasilera/bossa porque los molestábamos.
*El día en que los escuchamos tener sexo salvaje y, acto seguido, los escuchamos competir en la playstation. Circunstancias todavía inexactas.
Conclusión: La verdad, es que ninguna. Ni. Nada.
Laloca
2007 - 2010
Edad aproximada: 40 años
Residencia: PH.
Ubicación: contigua (medianera entre patios)
Encuentros tête à tête: innumerables, lamentablemente, de diversas tonalidades.
Personalidad: hiperamigable/invasiva
Vestimenta destacada: bikini de crochet color lila y sandalias de plataformas de corcho color turquesa.
Mascotas: Perros varios, dos estables (asesinos ambos). Ha habido camadas enteras resultantes de posibles incestos caninos. Gato multicolor en la gama de los marrones, negros y colorados con destellos de amarillo. Rostro siniestro.
Hijos: tres, aunque por cuestiones de divorcio el permanente era el pequeño, al que bautizamos "Demian" por su, al igual que el gato, rostro siniestro.
Padres: madre conocida, fumadora empedernida, incendió su living luego de quedarse dormida con el cigarrillo en la mano después de tomarse un valium por estar nerviosa por haberse peleado con su hija. Llamamos a los bomberos, llenamos los baldes y apagamos el fuego.
Momentos memorables:
*El día en que osó mostrame el bulto que le había salido en la pierna (peligrosamente cercano a la entrepierna) por el cual tuvo que recurrir al quirófano.
*El día en que se me metió en la casa, se sentó en mi living y me pidió si le podía cuidar al hijo.
*El día que nos dijo "Hoy hacen fiesta? Por ahí me paso..."
Conclusión: Cantidades iguales de furia, risas y terror. Una montaña rusa de sensaciones.

¡Volví!... ¿Volví?

Hace... Poco más de cuatro meses que no escribo. Que no escribo acá. Bah, que no escribo, porque lo único que escribí en este tiempo son un laaaargo soliloquio de explicaciones no dichas y una carta de amor. Hace tanto que no escribo (y que no entro al blog) que leí comentarios que ya debo haber leído antes como si fueran nuevos... Hace tanto pero tanto que no escribo, que estuve mirando la página principal de mi blog dos minutos reloj para ver dónde decía "Nueva entrada", para darme cuenta después que no estaba logueada. Hace tanto pero tanto que no escribo que no sé que escribir y lo peor es que me dan ganas, muchas ganas... Pero no sé de qué. Como cuando sentís que vas a decir algo, pero te arrepentís rápido...

Podría parecer que estoy desganada... Pero es algo más parecido a estar en un estado de paz total... Paz interna o alguna de esas ñoñadas... Plana... Lisa.... Estaré tomando envión para levantar??? Debo mentalizarme para que pasen cosas divertidas... O al menos alguna chotada que me haga malhumorar. La risa y los malhumores me tiran para adelante... Oh oh oh! Aquí llegaaaaaa!

jueves, 10 de marzo de 2011

Y sí...



Lo gracioso es que este dibujo salió, más o menos, aceptable. La frase se refiere al dibujo ilustrado en esta imagen (dibujo en el dibujo) que no escaneo porque no está pasado a tinta y el lápiz no se ve. Y porque no me gusta, ya. Obsérvese el detalle de la mano, es decir, que no tiene detalle alguno, porque me cuesta dibujar manos... En fin, C'est la vie!

viernes, 4 de marzo de 2011

"La gente está muy loca"

Hoy caminaba medio dormida hacia el trabajo hablando por teléfono cuando, sin quererlo, me choqué con un señor. No fue un choque grande, sólo mi brazo contra su pecho, me dolió un poco por lo que supuse que a él también. El impacto provocó que mi celular volara un metro desarmándose y, por razón lógica me agaché a juntar las partes y me dí vuelta para pedirle disculpas al señor. Qué ilusa. No terminé de girar sobre mi eje cuando comencé a escuchar sus gritos de sexagenario violento:

"¡NO PODÉS CAMINAR ASÍ Y GOLPEARME, ENFERMA, LOCA, HABLANDO POR EL CELULAR! ¡TENÉS QUE MIRAR POR DÓNDE CAMINÁS, ENFERMA!"

Lo único que pude hacer fue mirarlo pasmada por el grado de agresividad de su reacción. Mientras retomé mi camino, armando el aparato en mis manos, comencé a llorar. Nunca me sentí tan injustamente agredida por un desconocido.

Al llegar al trabajo y al ver mi cara, mis compañeros me fueron preguntando uno a uno por qué los ojos hinchados y cada vez que lo contaba, comenzaba a llorar recordando la reacción del señor. La respuesta de todos fue la misma "La gente está muy loca".

Me chupa un huevo que la gente está loca, nadie, NADIE tiene derecho de gritarle así a una persona sin siquiera esperar a ver si va a pedir disculpas. Yo también tengo días en los que ando loca y no por eso le grito "Enferma" a la gente en la calle. Y si alguna vez se encuentran con el señor que les cuenta esta historia indignado, díganle que mientras hablaba por teléfono, cinco metros antes de cruzármelo, lo miré a los ojos. Llevaba una chomba color maíz con los vivos de las mangas en blanco, pantalón claro, anteojos, canoso y sostenía una carpeta en sus manos. Y que si no vió que lo miré a los ojos, me parece que la que anda caminando enajenada en su mundo, no soy yo.

jueves, 3 de marzo de 2011

Ufffff

Este va a ser un año movidito...

¡Qué bueno!

miércoles, 2 de marzo de 2011

Espeluznantemente bella

Esa fascinación que nos provocan las cosas bellas que nos dan un poco de miedo...

lunes, 28 de febrero de 2011

Pregunta

¿Qué tienen en común una botella de vino, un cepillo de dientes, un trapo, un especiero, un pincel redondo, una caja de té, un imán, un marcador indeleble, una tijera, un encendedor y un cenicero?

Qué por alguna razón todos están en la mesada de mi cocina.

viernes, 25 de febrero de 2011

Pequeños logros caseros de vivir sola.

Esta es la primera vez que vivo sola. Pero sola sola. De pequeña viví mayoritariamente con mis madres y part-time con mi padre. En Suecia, viví con la familia sueca. Al volver me mudé con amigos y durante un corto tiempo viví con mi ex. Pero ahora, hace más o menos nueve meses, vivo sola. Ningún parto.

Diría que no me resultó muy difícil. No sé si el hecho de haber sido hija única influyó (pasaba bastante tiempo sola, al menos más que la gente que nació en familias más grandes) y mis madres trabajaban mucho, por lo que a partir de los 14 años gozaba de tardes enteras sola en mi casa, al menos cuatro veces a la semana. Es verdad, me tocaba cocinar la cena al menos dos noches, sabía usar el lavarropas (aunque mis madres tenían que correrme para que lo accionara) y si bien contábamos con una ayuda para la limpieza, sabía al menos para que servía cada producto de debajo de la mesada. No era un haz hogareño, pero más o menos entendía por donde venía la mano.

Pero desde que vivo sola, se han presentado ciertas tareas que me han planteado pequeños desafíos, entre ellas el día que me compré el televisor y el día que me regalaron un lavarropas.

Aclaremos de antemano que ni las películas, ni las series ni las novelas ayudan mucho: generalmente hay un novio/marido o al menos un cancherón (que se quiere levantar a la chica) que le instala el televisor, por más que sea sólo mover un cable. Y como, lamentablemente, suelo mirar cosas yankis, si no hay hombre hay hombre instalador de cosas (¿vieron que en las películas hay "técnico" para todo?).

El día que traje el televisor (con la ayuda de mi prima, porque es un televisor grande), la lucha comenzó con colocarle la base para que se quedara parado. Lo puse patas para arriba en el sillón, le encastré la base y cuando lo dí vuelta para ponerlo sobre el mueble la base se cayó. Dicha operación se repitió tres o cuatro veces para descubrir que tenía que atornillarla a la pantalla. Qué boluda... No por mi culpa, sino por el empeño de los señores de Cablevisión para enroscar los adaptadores de la antena como si el mundo dependiera de ello, tardé media hora, pinza del vecino de por medio y dolor de nudillos, para poder conectar el cable a dicho aparato.

Pero ayer... Ayer directamente tuve un entrenamiento físico. Levantar el lavarropas para sacarlo de la base de telgopor me dejó exhausta a los cinco minutos de haber comenzado la tarea de instalarlo. Sudando la gota gorda (o al menos yo creía que eso era sudar la gota gorda) abrí el manual para enterarme que los lavarropas tienen tornillos (tipo tuerca) de seguridad. Bueno -dije- tuercas... Eso se desenrosca... No le veo el problema. Admito que mi kit de herramientas es limitado (mil destornilladores, un martillo y una pinza pequeña) pero no sabía que tenía que tener una llave T para instalar el lavarropas. Por lo que supuse que mi pinza pequeña tenía que servir.

Después de 10 minutos de darle a la primera tuerca estaba convencida de que los que embalaban los lavarropas eran los mismos que ajustaban la ficha adaptadora de Cablevisión. Trabajaba a dos manos, repasador de por medio para no hacerme más daño del necesario. Las poses que adopté para agregar fuerza eran dignas del kamasutra, tenía la cara colorada y transpiraba profusamente, mientras enunciaba coloridas frases como "¡Dale hija de puta!" y llorisqueaba cuando me cansaba. Pero finalmente, 20 minutos después, lo logré. Acomodé el aparato en su lugar, realicé las conexiones pertinentes, lo enchufé y abrí el manual de instrucciones para realizar el primer lavado, sin ropa y con el agua a temperatura máxima (tal como dice el librito). Estudié cuidadosamente las veinticinco detalladas y maravillosas funciones, para elegir finalmente la número ocho, que fue la única que realmente entendí.

Mi odisea fue tan heroica como insignificante y mucha gente puede pensar que una cosa tan estúpida no puede causar tanta felicidad, pero reconozco que cuando vi el agua en el tambor y comenzaron las primeras revoluciones, no pude hacer menos que dar unos saltos a la voz de "¡Fun-cio-nó! ¡Fun-cio-nó!", mientras mi gata salía corriendo y mis vecinos pensaban "Por favor, esa chica está loca".

martes, 22 de febrero de 2011

¿Algún día volveré a escribir?

Paso cada tanto por acá... Lo miró, lo leo, leo los comentarios... Hace unos días me animé a mostrárselo a mi mamá...

¿Volveré a encontrar algo que me inspire a escribir? Como se habrán dado cuenta, no requiero de asuntos muy profundos... Algo... Alguito... Un poquitito nomás...