lunes, 14 de noviembre de 2011

Comentarios que me hubiese gustado hacer en la infancia

(Si tuviera la mente de hoy)

Al año:
"¿Cuántos añitos tenés?"
Por si no te diste cuenta, todavía no sé hablar muy bien. Así que te levanto este dedo, en lugar del que tendría que estar levantando.

Dos años:
"¿Quién es la nena más linda?"
Eh... No sé, pero si la respuesta no soy yo, sos pésima en este juego.

Tres años:
"¿Te gustó tu primer día en el jardín?"
Creo que sí, aunque tengo la sensación que este es el comienzo de una historia bastante larga.

Cuatro años:
"No te tienen que dar miedo los fuegos artificiales. ¡Mirá que lindas luces!"
Si, bueno, dámelas en mute.

Cinco años:
"Mamá y papá no se están llevando muy bien, así que nos vamos a separar. Pero nos seguimos queriendo"
Ah... O sea que de hermanito ni charlamos.
(Nota - Uno de los verdaderos comentarios que hice fue: "¿Y cuándo se van a volver a casar? Digo, con otras personas".)

Seis años:
"Vamos a jugar a un juego: vos buceás y sacás las hojas secas del fondo de la pileta."
Es decir, vamos a jugar al juego de que yo hago todo el trabajo así vos no te mojás el pelo.

Siete años:
"J*****, ¿vos estás hablando? Afuera del aula".
Maestra, ¿vos estabas prestando atención de verdad? Porque yo no estaba hablando... Pero bueno, salgo del aula, total estoy aburrida.

Ocho años:
"¿Vos querés que yo me enoje?"
Como querer no quiero, pero si es la única salida posible...

Nueve años:
"¡No podés estar siempre aburrida! ¡Mirá todas las barbies que tenés!"
Si, pero las barbies no hablan, me hubieses dado un hermanito.

Diez años:
"¿Y de qué te gustaría actuar?"
Yo diría de dama antigua, pero visto y considerando que soy una de las más altas del curso, pasame la galera.

Once años:
"Hoy vamos a confesarnos, contándole al padre nuestros pecados para estar preparadas para la primera comunión".
No sé qué le puede llegar a interesar al padre que me peleé con mi mamá porque dejé desordenado el living... Pero bueno, hagamos como que tengo muchos pecados a los once años que me atormentan.

Doce años:
"Pero J*****, ¿no querés ir a ver a los chicos lindos que están acá en el complejo?"
No, L****, tenemos doce años: quiero ver Abracadabra y pintarme las uñas de blanco con puntitos de colores.

1 comentario:

el waro dijo...

Muy bien! A los 13 llega la impunidad absoluta y se te seca la boca de tanto hablar al pedo, por lo que jamás te quedarías con ganas de decir algo...