lunes, 5 de noviembre de 2012

Me molesta...

... que me dejen atados de puchos vacíos en mi casa. Es verdad, no es que los dejen tirados en el piso. Pero si una se pone a pensar, ¿existe realmente una gran diferencia? Digo, si alguien deja cáscara de fruta en el piso, ¿no es lo mismo que si la deja sobre el mantel? ¿No es basura de todas maneras?

... que los varones que van a casas de mujeres no bajen la tabla del inodoro después de hacer pis. Puede que les parezca de histérica e hinchapelotas, pero al menos soy de las que cuando va a casas de varones, vuelve a levantar la tabla después de usar el inodoro. Aunque tengo la leve sospecha de que ninguno se da cuenta y de que, probablemente, les chupe un huevo que lo haga.

... que mi gata me haga quedar mal. Es decir, cuando estamos solas, como ahora, es una santa. No llora, duerme y juguetea con bichos y papelitos. Sin embargo hace falta que venga una, UNA persona a visitarme, para que empiece a gritar como loca, poniendo a prueba la paciencia de más de uno. Hace cinco minutos, como estaban mis compañeras de la facultad, andaba por ahí haciendo escándalos. Ahora, ni mu. O mejor dicho, ni miau.

... que los autos sigan avanzando cuando el semáforo está en rojo. Ya sé que ya escribí sobre esto. Pero lo siguen haciendo. También me molesta que los autos no usen la puta luz de giro. Y, para colmo, te putean cuando vas a cruzar y casi te atropellan. Quitando el hecho de que la prioridad es del peatón, ¿qué se piensan? ¿Qué tengo alguna otra forma oculta de saber si van a doblar? Si la hay, por favor, que me avisen.

... que hace tanto, pero tanto que no entro al blog, que nuevamente cambió todo y me siento otra vez primeriza, experimentando y re-aprendiendo.

No, pará. Eso en realidad no me molesta.

No hay comentarios: