miércoles, 26 de mayo de 2010

Un pucho y voy...

Fumo desde hace ya siete años. Ya sé, hace mal, lo sé muy bien, no necesito que me lo digan. Pero la verdad es que por ahora no quiero dejar. Sé que eventualmente voy a hacerlo, pero por ahora no. No me preocupa, no creo que no pueda dejarlo. Sí, va a ser difícil, pero no me parece algo imposible. Cuando quiero soy muy decidida.

Todos los fumadores desarrollamos comportamientos bizarros con respecto al vicio. Tengo una amiga que constantemente prende un pucho pero el 80% de las veces fuma sólo la mitad y la otra muere en el cenicero. Tengo otra que no importa si tiene puchos o no, siempre compra uno o dos atados "por las dudas". Mi papá tuvo, durante un tiempo, la manía de guardar las cajitas de Parisien que fumaba. Nunca entendí por qué, pero las terminé usando para un práctico de la facultad sobre la gestalt. Mi mamá apaga prácticamente TODOS sus Virginia Super Slims mojándolos con un poco de agua "a ver si lo apago mal y se prende todo fuego".

Mi manía es una manía muy molesta para mucha gente, que está netamente relacionada con el grado de panchez que tengo en la vida y es la manía de "me fumo un pucho y...".

Escucho el lavarropas terminar el centrifugado y tengo que ir a colgar la ropa. ¿Qué hago? Me fumo un pucho y la cuelgo. Hay que llamar a la abuela, ¿qué hago? Me fumo un pucho y la llamo. Me fumo un pucho y bajo a comprar Coca. Me fumo un pucho empiezo a cocinar o, en su defecto, me fumo un pucho y llamo al delivery. Me fumo un pucho y sigo tejiendo la bufanda. Me fumo un pucho y arranco con el práctico. Me fumo un pucho, luego existo.

Lo que me quedo pensando de esta manía con el pucho es: ¿es el cigarrillo para mí la sublimación de alguna pulsión oral o es en realidad una acción de carácter enfático para mi comportamiento de paja? ¿Necesito tener algo en la boca o necesito algo que me demore en todo lo que tengo que hacer?

Tengo que poner a lavar una tanda de ropa. Me fumo un pucho y voy.

8 comentarios:

Mariana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mariana dijo...

Yo no fumo, pero para mi el pucho tambien ayuda a la actitud en ciertas situaciones. Suma, si se quiere. Por ejemplo:
Si estás parada afuera de un bar, esperando a alguien (Que no llega, y no sé que mierda pasa que no viene el boludo este), no es lo mismo estar fumandose un pucho, parada facheramente; que, estar con cara de circunstancia, sin nada que hacer con las manos, de caraza mal.

O, también, para acelerar la llegada del bondi que hace 748327438257 horas que esperás. Te prendés un pucho y viene!, y tenés que pisarlo, casi todo entero.

tercerasalida dijo...

Buscando gente con un perfil determinado para invitarla a que vea la invitación que tengo en mi blog, www.tercerasalida.blogspot.com
Juan

Alexiev dijo...

Que lastima que el pucho signifique tantas cosas... creo que hay que cambiar un poco la historia...

Buen texto...

Saludos...

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Ciervo Blanco dijo...

el pucho es pra cultura che

daiana whatever dijo...

en otras palabras.
placeres que matan.

saludos

Solo yo dijo...

No fumo, nunca lo he hecho. A mis 22 y eso es curioso. Todos alguna vez han probado el pucho alguna vez. No puedo decir que me fumo uno y me voy. No me puedo poner en tu lugar. Pero esos pequeños rituales, curiosos, distintos, raros, de apoco van marcando nuestra diferencia, entrando en nuestra vida de una manera que cuando nos damos cuenta, como tu ahora, decimos pero que ha sucedido acÁ?
Un pucho quizás es el símbolo de un incentivo, así como también una rutina más, rutina que de a poco nos vamos acostumbrando.
Saludos

Anónimo dijo...

Ja! Entré a contarte que yo era fanático de los Parisiennes y pavadas por el estilo pero me sorprendió que la verificación de palabra que me tocó es "dropi".
Genial!